Fernando Frías, reconocido por convertirse en el notario más joven de España a los 24 años, atribuye su excepcional logro a una combinación de intensa dedicación académica y una profunda fe personal. En el podcast Con P de Podcast de Luis Usera, Frías confesó que su éxito, incluyendo la obtención de la nota más alta en el examen de notaría y el mejor dictamen, fue un «don» divino, afirmando que «Dios quería que yo estuviera ahí».
A pesar de provenir de una familia con raíces cristianas, fue un módulo de Teología en la Escuela de Liderazgo Universitario de la Universidad Francisco de Vitoria lo que lo llevó a un replanteamiento espiritual, donde experimentó una mayor felicidad al acercarse a su fe. Frías se siente profundamente interpelado por el mensaje de buscar la verdad y la paráfrasis de San Juan de la Cruz sobre ser examinados por el amor al final de la vida.
Durante su preparación para las oposiciones, Frías mantuvo una rutina de estudio de 14 a 15 horas diarias, complementada con oración constante. Atribuyó a una «fuerza tangible» del Espíritu Santo la capacidad de soportar la extenuante carga. El día del examen, el 9 de noviembre, coincidió con la festividad de la Virgen de la Almudena y el aniversario de la muerte de su abuela, lo que interpretó como una señal. Sorprendentemente, uno de los temas que no había logrado repasar fue el que mejor desarrolló, contribuyendo a su récord histórico.
Fuente: Alfa y Omega