El reciente asesinato del Padre Alloyce Cheruiyot Bett en Kenia, ha provocado una profunda consternación en la Iglesia Católica. Dominic Kimengich, Obispo de Eldoret, expresó su alarma, destacando que, a pesar de su experiencia en zonas de conflicto, la muerte de un sacerdote es un hecho sin precedentes que exige una profunda reflexión.
Durante la misa de sufragio celebrada el 25 de mayo, el Obispo Kimengich instó a la consecución de la justicia, no solo para el Padre Bett, quien llevaba tan solo seis meses sirviendo en la zona, sino para la totalidad de la población del valle del Kerio, que padece una situación de inseguridad crónica. Enfatizó que este trágico suceso debe servir como un catalizador para abordar seriamente la cuestión de la paz en la región.
El obispo también informó que el Papa León XIV ha transmitido sus condolencias a través del Nuncio Apostólico y exhortó a las autoridades civiles a asumir con seriedad la problemática de la inseguridad. Advirtió sobre las repercusiones de este incidente, señalando que la inseguridad podría extenderse a cualquier individuo, incluyendo a las propias autoridades, y que el temor podría disuadir a otros sacerdotes de servir en la región.
Finalmente, el Obispo Kimengich reiteró la solidaridad y las oraciones de la comunidad con la familia y amigos del Padre Bett, expresando el deseo de que su alma descanse en paz eterna y que se administre la justicia.
Fuente: Agenzia Fides