Pedro se ordenará sacerdote con 48 años

Noticias

Sin Autor

Los tiempos del Señor son los tiempos del Señor y, además, perfectos. Lo sabe bien Pedro Casado que entró en el seminario con 41 años y se va a ordenar presbítero con 48. Ha necesitado este camino. «Había muchos miedos que no había afrontado». Y pulir muchas cosas. A veces, cuando le ha preguntado a Dios por qué no empezó a los 24, Él le ha dicho: «No me pongas condiciones; entrégame lo que tienes». Es, afirma, «el labrador de la undécima hora», como el buen ladrón, que se salvó unos minutos antes de morir.

Todo empezó en 2003 en Cuatro Vientos, cuando aquel «joven de casi 83 años» que era Juan Pablo II dijo: «merece la pena dar la vida por el Evangelio y por los hermanos». A él le sonó a ser sacerdote y se presentó en el Seminario Conciliar de Madrid donde le invitaron a hacer un mayor discernimiento.

Cuando se lo comunicó a su padre, le dijo: «¿Tú te metes cura porque Dios te lo pide o porque no has encontrado una mujer que te quiera?». «Y no supe responder».

Empezó a salir con una chica con la que se planteó seriamente el matrimonio, «pero, siendo honesto, el amor humano no le llenaba como el del Señor. En realidad, «lo que es el amor lo descubrí en una custodia».

Finalmente entró en el Seminario. ¿Que ha habido días de querer coger la maleta e irse? Pues sí, «¿qué no tiene su parte de dureza en la vida?». La solución estaba siempre en el sagrario: «Si me paro y me miro, soy feliz».

Dice que se ha dado cuenta no tanto de la sed que tiene el hombre de Dios, sino de la «sed de Dios de todo ser humano».

Pedro tiene ganas ya de «ser un curilla anónimo», este hombre que termina animando: «Nunca es tarde, nunca, y Dios tiene un sueño para cada uno de nosotros; el momento de mayor oscuridad es solo el anterior a la mayor claridad».

Fuente: Archidiócesis de Madrid