Ignacio Sánchez Cámara habla del mal moral de Europa

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El Estado francés ha decidido incluir el derecho al aborto en su Constitución. Y lo ha hecho utilizando el eufemismo «interrupción del embarazo», de esa manera encubre alguna forma de mala conciencia.

El aborto constituye una conducta inmoral desde una perspectiva meramente natural. El embrión es un ser vivo de la especie humana, por lo tanto, un ser humano. La vida humana comienza con la concepción y termina con la muerte. La inmoralidad del aborto procede de su inclusión en el precepto fundamental de no matar. Si la moral consiste en la opción en favor de “lo mejor”, es claro que no se trata de la opción mejor, sino que existen otras preferibles que conservan la vida embrionaria.

Moralmente, el aborto es un crimen.

Desde el punto de vista jurídico la valoración también es negativa. El derecho no existe para imponer todo el contenido del orden moral, sino solo lo necesario para garantizar la paz social y la justicia.

Lo que nunca es lícito es considerar el aborto como un derecho. El hecho de que algo sea jurídicamente lícito o permitido no significa que se convierta en un derecho.

Todo derecho lleva aparejados deberes, para su titular, en su caso, y para toda la sociedad. Si hay un derecho a matar al embrión, existe necesariamente un deber de quitarle la vida si la gestante así lo solicita. Es decir, existe un deber de matar. Es grave la confusión que reina en nuestro tiempo sobre el fundamento de los derechos. Hoy se tiende a confundir el derecho con el mero deseo.

La consideración del aborto como derecho constituye una grave injusticia. Es cierto que el Código Civil español establece que la personalidad se adquiere con el nacimiento. Pero se trata de la personalidad jurídica y no de la posesión de la condición filosófica de persona.

Europa parece empeñada en romper con los principios que la forjaron como civilización y que solo hace unas décadas, al final de la Segunda Guerra Mundial, fundamentaron la nueva realidad europea.

La mayoría no puede decidir sobre la verdad ni el bien moral. Aunque todos los hombres pensaran que el aborto es un derecho y que el sol gira alrededor de la Tierra, no sería menos cierto que el aborto es una conducta inmoral y antijurídica y que es la Tierra la que se mueve alrededor del sol.

Fuente: Diario Constitucional