Ahora que volvemos a recordar, gracias a la película «La sociedad de la nieve», la tragedia que ocurrió en los Andes en 1972 donde un avión de las Fuerzas aéreas Uruguayas se estrelló, recuperamos unos hechos que quizás no son tan conocidos.
Contextualizo para despertar la memoria: En dicho avión viajaban, entre otros pasajeros, un equipo de rugby que, gracias a su forma física, y después de 60 días de lucha por la supervivencia, 14 de ellos lograron sobrevivir. Las circunstancias y lo que ocurrió en torno al milagro de los Andes es de sobre conocido a causa de la película citada y la anterior ¡Viven!
Pero no es esto lo que quiero destacar en este artículo, sino los hechos ocurridos un año después como corolario de aquellos acontecimientos de muerte y vida.
Las autoridades y los familiares de las víctimas decidieron enterrar los restos mortales de los fallecidos en una fosa común en el lugar del accidente.
Doce sobrevivientes y un sacerdote chileno fueron al lugar del accidente el 18 de enero de 1973. No se permitió la asistencia de familiares. Cavaron una tumba, construyeron un sencillo altar de piedra cerca y le colocaron una cruz de hierro encima. La cruz fue obsequio del ferretero sanfernandino Jorge Valdivia, mide un metro y medio de alto, es de color naranja y contiene la inscripción en letras negras:
MÁS CERCA, OH DIOS, DE TI
EL MUNDO A SUS HERMANOS URUGUAYOS, 1972
