Congelar óvulos, ¿una auténtica solución?

Amor, Matrimonio

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Hace unos días leí una noticia conmovedora de dos de mis actores favoritos. Jennifer Aniston reveló que Adam Sandler, junto a su esposa, le envían flores en el día de la madre luego de desvelar sus problemas de fertilidad. Finalmente, la carismática actriz hace una reflexión:

“Habría dado cualquier cosa si alguien me hubiera dicho: ‘Congela tus óvulos. Hazte un favor’. Pero, simplemente, no lo piensas. Así que aquí estoy. El barco ha zarpado.» (Allure, 2023)

Cuánto dolor en una sola frase, hasta dan ganas de abrazarla. Sin embargo, por más fanático de la actriz que sea, la congelación de óvulos puede ser una solución un tanto facilista e incompleta ante un problema más profundo que esconde la infertilidad. Y así como ella, es usual escuchar a muchos ginecólogos y especialistas recomendar con ligereza esta alternativa. Ante la preocupación de estar “en contra del reloj”, ¿qué opciones existen para ser padres o madres?

1. Busca la causa antes de la solución

Con aproximadamente 3 meses de casados, mientras mi esposa y yo andábamos en los diversos retos del matrimonio, descubrimos —gracias a los métodos naturales— una temporal infertilidad que podría solucionarse con un tratamiento de mínimo 6 meses. Fue una sorpresa, pero a la vez una curiosa alegría diagnosticar el problema a tiempo, cuando aún no buscamos tener hijos. Lo que sí nos sorprendió fue el tiempo de 6 meses. Como diría un millenial que se impacienta con los comerciales de 5 segundos de youtube, “¿por qué tanto?”

Y es que, desde el punto de vista de ver la fertilidad como salud, la infertilidad es una anomalía que necesita encontrar una cura, no es simplemente un castigo de Dios o un mal de ojo de la tía que te tiene envidia. En ese sentido, se tienen que plantear hipótesis e iniciar un proceso de investigación donde mes a mes se descarten diversos diagnósticos, dependiendo de cada paciente.

En este tiempo, se hacen análisis, se recetan pastillas, se regulan hormonas, se trabaja el estrés, entre otros. Al final, termina siendo una aventura trabajar en pareja las recomendaciones del ginecólogo investigador.

Cuando los médicos recomiendan la congelación de óvulos con tanta ligereza y rapidez, están descartando lo importante: diagnosticar el verdadero problema a tratar —antes de proponer una solución—. Además, ¿cuánto esfuerzo, preocupación, e inversión de dinero— por alquilar un espacio en la refrigeradora— se requiere para congelar? ¿Estás contra el reloj? Invierte tus recursos sabiamente, encontrando el foco del problema.

2. Trabaja en tu relación

Cinco años, dos cortes comerciales de relación y muchas peleas por no compartir papitas fritas, me costó decidir casarme —y a mi esposa seguramente más—. Antes de comprometernos, había muchas dudas y diferencias; eso siempre será lo más normal y saludable en una relación.

Hay que discernir bien antes del matrimonio. A algunos les tomará menos tiempo, a otros más. Enamorarse podría tomar un segundo, pero AMAR hasta saber que estás frente al acompañante de toda tu vida es un poco más complejo.

¿Estás contra el reloj? Trabaja en todo lo que puedas en tu relación en pareja, hasta que encuentres la certeza de que no existe en el mundo una mejor opción. No te conformas con el “es lo que hay”. Si es así, busca una mejor alternativa.

3. Encuentra el amor

¿Y si no tengo pareja? Mucho nos esforzamos por encontrar un buen trabajo, algunos incluso pasan ocho horas al día postulando a diferentes centros laborales. Es decir, su trabajo es buscar trabajo. Diría que encontrar el amor es parecido: hay que esforzarse y buscar no solo opciones, sino buenas opciones.

Hay que ser exigentes, pero a la vez saber lanzarse a candidatos atractivos; no solamente por un solo motivo sino ver otros puntos positivos. Como en el trabajo, el salario es importante, pero también otros factores, como el clima laboral, la flexibilidad, la locación, entre otros.

Muchos tienen rechazo hacia aplicaciones para buscar parejas. En un mundo digital y tan global, ¿cuál sería el problema? Más bien es una gran ventaja, pero siempre haciendo buenos filtros. También está la alternativa de que conocidos de confianza te refieran a alguien. ¿Estás contra el reloj? Lánzate a buscar a alguien, porque sí que toma tiempo y paciencia. No esperes a que esa persona te caiga del cielo.

El verdadero dilema

¿Cuál es el dilema principal de la congelación de óvulos? Más allá de la inversión de recursos, termina siendo la manipulación de la vida. Es el paso previo al método de la fertilización in vitro (FIV) que lo que hace es formar y descartar varios embriones hasta que finalmente uno logre pegar en el útero de la mujer. Es decir, considerando que la vida comienza desde la concepción de un embrión, termina siendo un método experimental y abortivo que ni si quiera asegura el éxito del embarazo. De hecho, Jennifer Aniston misma cuenta que se sometió varias veces a la FIV sin ningún éxito. ¡Qué duro debe ser pasar por este proceso que implica el fracaso, el desánimo y descarte vidas! ¿Vale la pena?

Si alguien te recomienda con facilidad pasar por ello, recuerda que siempre vas a tener otras alternativas. Conviene encontrar un ginecólogo que no considere la FIV como opción y que se centre en encontrar el problema antes de plantear una “solución”. Si sabes de alguien que lo considera, piensa que seguramente no lo hace con malicia sino con un auténtico y noble propósito. Sin juzgar su desconocimiento y con mucha caridad y sabiduría, motívala a confiar en caminos mucho más llevaderos.

Yohei Icochea para Ama fuerte