Una gran entrevista

Oración

Fernando Gallego

Imagínate que te dicen: ¡Esta tarde tienes 30 minutos para entrevistar a Jesús! Siempre he escuchado que para hacer una buena entrevista hay que tener a un buen entrevistado, pero que también hay que saber hacer buenas preguntas.

No podemos dudar que la entrevista con Jesús es la entrevista de nuestra vida, pero ¿Qué voy a preguntarle? Muchas veces no le hacemos las preguntas adecuadas porque, en la oración, tenemos miedo a sus respuestas: preferimos vivir en la ignorancia.

Ese miedo se podría superar si miráramos los ojos de nuestro entrevistado. En ellos contemplaríamos cómo la mirada de Jesús es sencilla, natural, sincera. Descubriríamos que nos quiere responder, no por cumplir, sino para poder amar y es que la clave de esta entrevista es que no deberíamos preguntar para saber sucesos o acontecimientos por curiosidad, sino para aprehender a amar ya que estamos entrevistando, sin darnos cuenta, al verdadero Amor.

El desafío, por consiguiente, es querer preguntar sin miedo: ¿Por qué quieres a cada hombre, también a los traidores y desertores? ¿Qué ves en el rostro de ese joven que te lo puede dar todo? ¿Por qué me has elegido a mí y renunciaste a todos los demás? Son algunas de las preguntas que yo hoy le haría a Jesús: ¿Qué le preguntarías tú?