Arnaud, Pierre y Eric fallecieron en un accidente de minibús y otras ocho personas, del mismo centro del Opus Dei, resultaron heridas, entre ellas un sacerdote español.
Preparaban un campo de trabajo en una localidad, al oeste de Camerún, para este próximo mes de julio en las que jóvenes de un centro del Opus Dei en Youndé se volcarían en ayudar en las necesidades de sus habitantes.
Aleteia ha podido hablar con don Alfonso Romero, sacerdote sevillano de la Obra, que trabaja en Camerún:
«Tenemos muy claro que Dios es el Señor de la Historia y de la vida de cada persona. Los tres estaban preparados espiritualmente. Todos los que iban en ese minibús eran miembros del Opus Dei o participaban regularmente en los medios de formación de la Obra. Todos rezan habitualmente. Dios está muy presente y lo que pedimos a todo el mundo es que sigan rezando por los fallecidos y que recen por todos los heridos y sus familias. Nosotros damos gracias a Dios por haber podido vivir y compartir tantos momentos con Arnaud, Pierre y Eric, y damos gracias a Dios también por haber salvado al resto de los que iban en el minibús.
D. Alfonso ha tenido un bonito recuerdo de cada uno de los fallecidos. Eric Bella (30 años) era un profesor muy querido por padres y alumno del colegio donde trabajaba. Arnaud (27) tenía un gran corazón y era muy apostólico. Pierre Ngassa, alumno del último curso de bachillerato, era la alegría, siempre sonriendo y haciendo bromas. Le gustaba echar una mano. Se podía contar con él.
El Obispo de la diócesis ha acompañado y enviado sacerdotes para atender y consolar a todos los afectados.
Fuente: Aleteia
