La familia de Marco, Sandra y sus dos hijos de 13 y 8 años de edad forman parte de la Missio Ad Gentes que irá a Alejandría. Pertenecen al Camino Neocatecumenal y acaban de participar en una convivencia en Roma, con otras familias que saldrán en misión a distintos países donde hace falta su presencia para evangelizar.
Marco afirma que esta llamada a la misión nace de un camino de fe. En ese contexto, es enfático en señalar que la misión “no es una cosa romántica, menos aún entre musulmanes. Ir a vivir a otra cultura distinta, donde no sabemos cómo tratan a los cristianos, en un país donde ha habido atentados (…) pero hay una comunidad detrás que nos mueve a esta misión. No es una cuestión esporádica, ni un pensamiento que salió. Esto es fruto de un camino de fe que nos ha dado la Iglesia y que hemos estado viviendo”. “No dejamos de tener temores y preocupaciones, porque vamos a una cosa incierta (…) pero estamos abiertos a la voluntad del Señor, que nos está llamando allá”, agregó.
Por su parte, Sandra destacó la alegría de tener Egipto como destino, debido a lo que significa en la vida cristiana y en la Biblia. “Lo que me marca el corazón, desde que escuché Egipto es la Palabra que dice -cuando José tuvo el sueño, porque Herodes quería matar al Niño- «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto». Entonces eso es lo que tengo en la mente y en el corazón hoy día, que el Señor nos llama como llamó a la Sagrada Familia a Egipto, a estar ahí”.
Fuente: Revista Iglesia
