Ojalá se pudiera decir lo mismo de mí y de todos los que hemos llegado a la edad con que falleció santa Teresita: 24 años de puro amor. Teresita vivió amando a Dios, a su familia y al Carmelo. Ojalá saber amar del mismo modo al Jefe, a los que nos rodean y a nosotros mismos. Como ella, desde la pura entrega. Desde su pequeñez, desde el abandono en el Señor.
Mientras lo pido y sigo aprendiendo de maestros como ella, te regalo este tema meditativo que he compuesto. Teresita Martin perdió muy pronto a su madre, pero jamás dejó de reconocer la belleza de su amor en el color de las flores. Ese es el sentido, un poco, del videoclip. En cuanto a la letra, está inspirada en las conclusiones de un curso de retiro al que acudió poco antes de su Partida.