José Cano es sacristán en la iglesia del Santo Niño del Remedio en el centro de Madrid (España). Para tratar su enfermedad recibió 14 ciclos de quimioterapia inicialmente, pero debido a los resultados negativos, ahora atraviesa por un tratamiento más fuerte para luchar contra el cáncer. Aciprensa lo ha entrevistado
Persona de una fe fuerte, explica: “hace unos días hice una propuesta al Señor en la oración. Ofrezco todos mis ciclos de quimioterapia por el aumento de las vocaciones contemplativas y si el Señor quiere más, las acepto gustoso”.
“La falta de vocaciones y la ausencia de ingresos precipitan los cierres y obligan a las comunidades a fusionarse, dejando atrás sus históricos recintos monacales, llenos de santidad”, agregó.
“Sufro cuando se cierra un convento de clausura. La Iglesia necesita el corazón para funcionar y ese corazón son los conventos de clausura”.
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