El amor significa ofrecer toda la vida

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La Hermana Kinga de la Transfiguración, Carmelita, que murió en 2009 a los 36 años de edad, tras una dura enfermedad y habiendo dejado un profundo legado de fe y amor a Cristo que podemos conocer en un artículo publicado por Lanuovabq .

Tras unos ejercicios espirituales: «Me di cuenta de que Dios es una persona capaz de amar, que uno puede para entrar en una relación con Él no solo de manera abstracta, sino que realmente, entendí que tiene mi destino en sus manos, que me ama como soy, que su amor es tierno y fuerte, capaz de hacerme feliz y llenar completamente mi vida».

A partir de ahí se sintió llamada a la vida religiosa en el Carmelo y cuando fue admitida escribe: «Sentí que la intimidad con Jesús se intensificó y sentir que le pertenecía me dio mucha confianza. Fue la mística del compromiso que definió mi vida espiritual en esos días (…). A menudo me despertaba llena de alegría al pensar que me habían ofrecido la oportunidad de entrar en una relación cada vez más profunda con Dios. Si la vida era solo una carga para mí antes, ¡ahora encontré su significado!»

Decidió vivir su libertad entregando su vida a Dios de manera que ya no se pertenecía: «Lo importante es no sentirse libre, sino que Dios es libre de poder actuar en mí como le plazca».

Entra en este enlace de Lanuovabq y disfruta de este testimonio de su respuesta ante la enfermedad