Todos recordamos a Ignacio Echeverría, el héroe del monopatín, que fue asesinado por unos terroristas en un atentado en el puente de Londres.
Su padre, Joaquín, ha ofrecido algunos testimonios hablando sobre su hijo, persona piadosa con una fe y convicciones firmes. Sin embargo, en esta ocasión ha dado una conferencia en la Universidad de Navarra, con una audiencia que no cabía en la sala, para explicar lo que él sintió cuando le dieron la noticia de la muerte de su hijo.
Todavía se le quiebra la voz cuando habla: «Ignacio murió ejerciendo su libertad y murió bien. No era un imbécil; hizo lo que debía. Me pareció que había tenido mucha suerte. Tenía pánico a verle cara de sufrimiento, pero no la vi y eso me dió mucha tranquilidad».
Explica que siempre había pensado que «si tenía que pasar algo malo, me pasara a mí». Tras el asesinato de su hijo comprendió que el deseo le había sido concedido, Ignacio se había ido al cielo por la puerta grande y a él le ha tocado quedarse aquí y emocionarse cada vez que se acuerda de él. «Doy gracias a Dios de que haya sido así».
«En la vida hay que saber que esto se va a acabar y tenemos que asumir que a veces pasan cosas».
Si quieres leer más sobre esta conferencia-testimonio puedes hacerlo en este enlace del Diario de Navarra
