El Papa a los monaguillos: La santidad es mezcla de acción y contemplación

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Vatican Insider nos ofrece un artículo sobre la audiencia del Papa Francisco a cientos de monaguillos concentrados en Roma:

El Papa Francisco ha incitado a los más de 60 mil monaguillos, chicos y chicas de 13 a 23 años, llegados a Roma desde Alemania y otros 18 países para un peregrinaje tiene por lema: ‘Buscar y perseguir la paz’. El compromiso concreto por la paz “es la prueba el hecho que somos de verdad discípulos de Jesús”, y la búsqueda de la paz “comienza por las pequeñas cosas”, ha dicho durante una audiencia por la tarde en la plaza de San Pedro Jorge Mario Bergoglio, que después ha exhortado a los jóvenes a comprometerse con el prójimo –“y no importa si es un amigo o un desconocido, de nuestro propio país o extranjero”– advirtiendo que “no podemos creer en Dios y pensar que somos hijos únicos”.

Para traducir el servicio de los monaguillos en obras de caridad en la vida diaria “es necesario esforzarse”, ha dicho el Papa durante la primera cita pública después de la pausa de julio. “El camino hacia la santidad no es para perezosos: es necesario esforzarse. Veo que vosotros trabajáis en este camino”, ha continuado. “Para concretizar el mandamiento del amor, Jesús nos ha indicado las obras de misericordia. A mi me gustaría peguntar cuántos d vosotros conocen las obras de misericordia. Es importante conocerlas”, explicó a los jóvenes monaguillos, ya que si no las conocen, “no podrán realizarlas”. «Todos podemos hacer obras de misericordia. Basta con que nos preguntemos: ¿Qué puedo hacer hoy para satisfacer las necesidades de mi prójimo?. Y este prójimo no importa si es un amigo o un extraño, un compatriota o un extranjero. Es el prójimo. Créanme, al hacerlo pueden llegar a ser verdaderamente santos, hombres y mujeres que transforman el mundo viviendo el amor de Cristo.

La paz, ha dicho Jorge Mario Bergoglio, es el “don” del Señor “que nos transforma para que nosotros, como miembros de su cuerpo, podamos probar los mismos sentimientos de Jesús, podamos pensar como Él piensa, amar como Él ama. Y al final de la misa estamos invitados con la palabra: ‘Id en paz’, es decir, llevad la paz con vosotros para darla a los demás: con vuestra vida, con la sonrisa, con las obras de caridad. El compromiso concreto por la paz es la prueba el hecho que somos de verdad discípulos de Jesús. La búsqueda comienza por las pequeñas cosas. Por ejemplo, en casa, después de una discusión entre hermanos, ¿me encierro en mi mismo, haciéndome el ofendido o intento dar un paso hacia el otro? ¿Se hacer la paz con pequeños gestos?”.

ha invitado a los monaguillos a cultivar una “mezcla de acción y de contemplación” y ponerse delante de Dios “así como se es, sin maquillarse, con los méritos y los límite, preguntando a él como podemos servirle a él y a nuestro prójimo”. Para dar testimonio de la fe, ha dicho a otro joven, “no hacen falta muchas palabras, son importantes los hechos, la cercanía, el servicio, la mirada silenciosa delante del santísimo sacramento. Los jóvenes –como todos los demás– necesitan amigos que den buen ejemplo, que actúen sin pretensiones sin esperar nada a cambio”

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