El Papa Francisco, en su especial sensibilidad hacia los que sufren, nos vuelve a dar ejemplo. Se trata de un caso terrible vivido por un joven. Así nos lo cuenta Vatican Insider:
El Papa Francisco, después de la Audiencia general, abrazó a Tomasz Komenda, un hombre de 41 años, y a sus padres. Llegaron a Roma juntos para rezar en la tumba de san Juan Pablo II, tras la conclusión de una pesadilla alucinante. La misma que permitió que un chico inocente de veinte años pasara dos décadas en la cárcel. Se le acusaba de haber violado y asesinado a una chica de quince años. En 2000, dos expertos de la Universidad de Wroclaw dijeron que algunas señales que presentaba el cuerpo de la víctima correspondían a los dientes de Tomasz. No era verdad, pero el chico tuvo que esperar muchos años antes de que se reconociera su inocencia y pudiera salir de la cárcel en la que vivía encerrado.
Como a menudo sucede con las personas culpables de este tipo de delitos contra menores, en la cárcel Tomasz sufrió humillaciones de todo tipo por parte de los otros detenidos. El proyecto del hombre, finalmente libre, y de sus familiares era el de recitar una oración frente a la sepultura del santo Papa polaco. Pero un amigo sacerdote supo de su presencia y los acompañó a la Audiencia general y después al encuentro con Francisco.
El Papa estaba visiblemente conmovido. Le regaló unos rosarios a Tomasz y a sus padres. Se dejó fotografiar con ellos. Y, para almorzar, el hombre y su familia fueron invitados a comer a casa del Limosnero pontificio y recién nombrado cardenal Konrad Krajevsky. Prepara el almuerzo Enzo, un ex detenido que pasó veinte años en la cárcel y ahora colabora con la Limosnería Pontificia. Cuando le contaron la historia de Tomasz Komenda, Enzo, que cada semana prepara comida para los pobres las personas sin hogar en las estaciones de Roma, se conmovió: «Sé qué significa estar dentro por estos delitos y sé qué te infligen los demás detenidos» dijo. También aseguró: «Voy a preparar un almuerzo único para Tomasz y como nunca lo tuvo tras las rejas».