De los curas, como del fútbol, habla todo el mundo: si no dan ejemplo, son un poco hipócritas porque habla de pobreza y viven como ricos, etc. Sin embargo nadie habla que desde 2010 al 2017 han asesinado a 15 sacerdotes cada año: 125 curas han muerto de forma violenta.
Lo malo de este dato es que este año (2018) ya han asesinado a 18.
África y América son los primeros continentes afectados —siete sacerdotes asesinados en cada uno desde el comienzo del año en curso— luego viene Asia con tres muertos, incluyendo dos en las Filipinas. Finalmente, el padre Alain-Florent Gandoulou, capellán de la comunidad católica francófona de Berlín (Alemania) fue asesinado a la edad de 54 años.
Estos hombres no han muerto por empuñar un arma o mejor dicho si: anunciar que Dios ama a cada uno de los hombres y a sus asesinos…También.