El ‘Pescaíto’ se nos va nadando hacia el cielo

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Ya han pasado días de este crimen execrable y aunque no hay que hacer reglas generales de un caso particular, la muerte de Gabriel, sin convertirlo en un reality como han hecho algunos medios de comunicación, nos debe ayudar a hacernos algunas preguntas que se esconden debajo de esta tremenda desgracia.

¿Como se llegan a situaciones como esta?, ¿por qué?, muchas son las preguntas y diversas son las causas. Centrarse sólo en una abandonando las demás sería no abordar en su totalidad el problema. De todos queremos enfatizar una que, por no haber sido muy tratado en los mass media, y no deja de estar presente.

Ángel Cruz y Patricia Ramírez desde hace tiempo viven una vida separada y con parejas diferentes. El niño, Gabriel, para su madrasta y padrasto al principio no es una bendición sino un problema y las dificultades muchas veces no son fáciles de resolver para aquel que tiene que asumir la paternidad y la maternidad con esa carga. Puede que para la pareja de Patricia fuera posible pero no para Ana Julia: ojala no vuelva más, parece que dijo Gabriel después del último viaje de Ana a la República Dominicana.

No es excusa ni atenuante para Ana Julia pero no podemos ignorar el hecho.

Hoy lloramos a Gabriel y de verdad que nos entristecemos por ello y pedimos que no vuelva a ocurrir. Sin embargo debemos hacernos la gran pregunta y mirar si Gabriel vivía en el ambiente familiar más propicio.

Es verdad que sin ser la causa principal del suceso si está presente en está y en otras situaciones que nos gustaría que no ocurrieran nunca más.