El pasado domingo el Arzobispo de Barcelona, Mons. Omella, fue a la parroquia Santa Joaquina de Vedruna (Barcelona) para rezar el Rosario y Adorar al Santísimo con más de 250 jóvenes, pidiendo por la Missio Ad Gentes que las Comunidades Neocatecumenales llevan a cabo en Pau (Francia) y Lausanne (Suiza).
La missio ad gentes es un nuevo tipo de misión qué parte (como la iglesia primitiva) del primer modelo apostólico que es la comunidad cristiana. Actualmente en nuestra época la Iglesia se hace presente a través de los templos. Por eso, ésta, es una nueva forma de evangelizar, partiendo no del templo sino desde la comunidad, que hace presente el mandato de Cristo: Amaos como yo os he amado y sed perfectamente uno y el mundo creerá.
Por eso es una misión directa a las gentes que no creen, donde no hay templos, pues el templo son los cristianos, visibles en la comunidad cristiana. Normalmente están presentes estas misiones en lugares donde no hay presencia propia de la Iglesia, barrios y pueblos, ciudades o territorios donde no hay templos. La iglesia primitiva ha estado durante tres siglos viviendo la fe en pequeñas comunidades, se reunían en las casas, no tenían templos ni un culto público, por eso los romanos los consideraban ‘ateos’ porque creían que no tenían ningún Dios. Estas comunidades daban testimonio del amor de Dios y eso era una luz para los que lo rodeaban, que viendo su forma de amarse, querían ser como ellos.