Astrid Grue, antropóloga danesa: “Me llamó la atención de los jóvenes católicos el sentimiento de comunidad, la unión entre ellos”

Entrevistas, Experiencias

¿Qué hace una danesa no católica estudiando a los jóvenes católicos de España? ¿Por qué investigar sobre el Opus Dei? A Astrid Grue, le pareció interesante después de enfocar algunos de sus estudios universitarios en la cultura española.

Astrid tiene veintisiete años, es danesa y antropóloga, pero no practica ninguna religión. Realiza su tesis doctoral sobre el Opus Dei porque le llamó la atención después de haber conocido a algunos de sus miembros en una parroquia de Madrid, cuando realizaba un estudio sobre los jóvenes católicos. ¿Qué le está aportando esta investigación?  “Creo que lo más bonito de mi trabajo es que está siendo una sacudida en mi vida normal, porque en Dinamarca no tengo ni amigos ni familiares cristianos”, relata Astrid Grue.

¿Por qué haces la tesis doctoral sobre el Opus Dei?

Por tres razones. La primera es que llevo ya una década interesándome por la sociedad española, la historia contemporánea del país y el idioma. La segunda es que cuando llegó el tiempo para decidir el tema de mi tesina máster de antropología socio-cultural, como no soy creyente, me pareció muy interesante hacer un estudio sobre jóvenes católicos, ya que en muchos aspectos nuestras vidas son muy parecidas, pero que en cuanto a la fe, había algo nuevo por descubrir para mí. Esto lo vi como un reto tanto académico, como personal. Por eso estuve tres meses haciendo trabajo de campo en una parroquia madrileña aprendiendo sobre las actividades y las vidas de estos jóvenes. De allí nació mi interés por el Opus Dei. La tercera razón es que después de terminar la carrera, obtuve una beca para hacer una tesis doctoral formando parte de un equipo de antropólogos y politólogos haciendo investigación sobre las relaciones entre temas como la religión, el secularismo, la sociedad y la política en distintos países y religiones europeas (catolicismo español, islam turco y protestantismo danés). Ya que el espíritu del Opus Dei es vivir el cristianismo “en medio del mundo”, me pareció un grupo interesante de estudiar.

¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de los jóvenes católicos?

El sentimiento de comunidad que observé y viví en la parroquia en la que estaba. Dentro de una sociedad cada vez más secularizada, me di cuenta de que todavía hay nuevas generaciones que crecen viviendo una práctica religiosa y que esto al parecer les aporta algo muy positivo -tal vez en contra de mis prejuicios.

¿Por qué te sorprendió?

Por haber crecido en un país culturalmente protestante en que a veces se relaciona la fe con algo muy individual.

Y de los miembros del Opus Dei que has conocido, ¿qué te llamó la atención?

Aún no conozco a muchos, pero hasta ahora lo que más me ha llamado la atención ha sido la pregunta de cómo voy a discernir entre los diferentes mitos y opiniones sobre el Opus Dei que existen en la sociedad española, por un lado, y, por otro, cómo los miembros del Opus Dei se perciben a sí mismos –allí hay una brecha cuyos orígenes todavía no he llegado a entender bien.

¿Por qué crees que mucha gente tiene cierto recelo hacia esta institución de la Iglesia? ¿Tan raros son?

¡Esa es exactamente una de las preguntas que me gustaría responder a lo largo de mi investigación! Creo que esto tiene mucho que ver con la historia reciente de España y la polarización política que, siendo extranjera, una nota rápidamente hablando con gente de todas tendencias políticas. Tengo la impresión de que hay una gran falta de entendimiento entre los diferentes puntos de vista políticos y religiosos, y me da mucha pena.

Espero que en el futuro haya más diálogo abierto y libre de prejuicios. Aunque no comparto la fe católica, como antropóloga y como persona me parece muy importante no quedarme en pensar que las personas que no vivan o piensen como yo sean raros. Tener la mente abierta, intentar entender las motivaciones de vivir de cierta manera de los demás –dentro de lo que es la enorme variedad humana que existe en el mundo– y finalmente documentar y analizar esta variedad. Estos son los objetivos de la antropología socio-cultural de hoy.

¿Cuánto tiempo llevas investigando? ¿Dónde?

Un mes y medio en Madrid haciendo trabajo de campo con gente del Opus Dei.

¿Tiene alguna importancia estudiar hoy el cristianismo?

Creo que para entender el mundo de hoy nos conviene conocer el cristianismo, porque está profundamente formado por la cultura cristiana en sus varias formas. Es una manera de conocer mejor nuestras raíces, ya sea en cuanto a nuestras formas de gobierno, la moral o los debates éticos. Con eso no quiero decir que nos convirtamos todos, sino que es importante conocer la historia filosófica y religiosa de la que proviene gran parte de la situación actual en Europa.

Ahora que se está moviendo en un entorno muy diferente al que vive en su país, ¿qué le está aportando esta experiencia en su vida? 

Creo que lo más bonito de mi trabajo es que está siendo una sacudida en mi vida normal, porque en Dinamarca no tengo ni amigos ni familiares cristianos. El rol del cristianismo, en su forma protestante, en Dinamarca es muy diferente al catolicismo tal como se vive en España. Tener la oportunidad de hablar con católicos y participar en sus vidas aquí durante diez meses, no sólo me sirve para mi estudio, también a mí como persona. A veces es duro estar fuera del ambiente habitual, pero recomiendo a todo el mundo que se meta de vez en cuando en las vidas de personas diferentes. Es muy sano para el bienestar intelectual y personal!

Te abre horizontes…

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