Entender las bases de la Iglesia es clave para poder compartirla con el mundo. Por eso, es necesario volver a preguntarse hasta lo más elemental: ¿qué es el apostolado? ¿Quiénes son los Obispos? ¿Qué significa que la Iglesia sea Apostólica?…

La iglesia fue fundada por Jesucristo, y sobre los apóstoles, aquellos 12 valientes que “Inmediatamente, dejaron sus redes y le siguieron” (Mc 1, 18) con el fin de expandir las enseñanzas de su Maestro. Por eso, decimos que tiene un triple sentido el decir que la Iglesia fue fundada sobre los apóstoles.

Primero, fue edificada sobre aquellos que vivieron con el Señor de una forma muy íntima, y son testigos escogidos y enviados para que expandan la palabra de Dios como fuente primaria. Ellos son los portadores de un mensaje que empiezan con un puñado de personas y se expandirá a todos los continentes del planeta. Los apóstoles reciben las órdenes del Señor, pues Él les envía a predicar el Evangelio y de esa forma, su ministerio es la continuación de Cristo. Así se convierten en testigos de dos aspectos críticos para la Iglesia: la resurrección del Señor y los fundamentos de la Iglesia.

Como la misión de los apóstoles era más grande que ellos, lógicamente se esperaba que esta sobrepasase en edad a los continuadores del ministerio de Cristo. Por eso, para continuar con la evangelización, nombran a sus colaboradores más cercanos, lo que nosotros llegaríamos a conocer como Obispos. Buscan y deben cuidar a todo el rebaño del Señor, pues el Espíritu Santo ha decidido que son ellos quienes deben perpetuar el legado de los doce.

La Iglesia es apostólica, y nosotros, apóstoles. Llamados a esparcir el mensaje de Cristo a todo el mundo, debemos buscar siempre las vías de apostolado. Como decía Su Santidad el Papa Benedicto XVI, “primero ser, luego hacer”. Es decir, que debemos obrar siempre y primero con el ejemplo, y luego con la palabra. El apostolado ha de ser para Dios siempre, y siempre siguiendo esas pautas que los valientes apóstoles escucharon e hicieron suyas, para luego compartirlas con el mundo.

Sí, La Iglesia es apostólica, y nosotros debemos ser fieles apóstoles también.

 

Pedro Alejandro Robalino Larrea