Seminaristas del Camino Neocatecumenal

Cambiar el mundo

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Por Javier Herrería

«Los kikos maquillan la hecatombe de las cifras de seminaristas en España». Así titulaba Jesús Bastante uno de sus artículos en Religión Digital. Te dejo algunas frases literales del texto:

  • ​De los 974 aspirantes al sacerdocio en nuestro país, más de 250 pertenecen al Camino Neocatecumenal y estudian en los seminarios Redemptoris Mater.
  • Curiosamente, casi todos [los seminarios] fundados por obispos muy relacionados con el ala más conservadora de la Iglesia española son los menos afectados por la sequía vocacional de la Iglesia.
  • «Ya nos habíamos echado en sus manos, pero ahora no nos va a quedar más remedio que asumirlo», lamenta el rector de un relevante seminario diocesano, que en los últimos años ha visto no sólo cómo el descenso en el número de candidatos al sacerdocio se hacía evidente, sino cómo muchos de ‘sus’ seminaristas abandonaban el centro y, en algunos casos, lo hacían para ‘trasladarse’ a centros de formación neocatecumenal.
  • «Buscan la ‘pureza doctrinal’, con la aquiescencia de algunos obispos que entienden la existencia de la Iglesia en la España actual como una suerte de ‘guerra cultural’ en la que hay que defender determinados valores… Como si en los seminarios diocesanos fuéramos poco menos que herejes», relata otro formador.
  • «Hay miedo, claro que sí. Porque, con los números en la mano, no estamos haciendo bien nuestro trabajo, y ellos sí. Y no se puede alzar la voz para que te tumben con las cifras», añade un tercero, que critica la falta de transparencia de la Conferencia Episcopal, que desde el curso 2019-20 ha dejado de dar los datos de entradas, salidas u ordenaciones por seminarios, o por diócesis.

Hasta aquí las citas textuales del artículo de Jesús Bastante. Creo que no hacen falta muchos comentarios, los datos hablan por sí solos. Es una prueba más de cómo las instituciones fieles al magisterio de la Iglesia infunden deseos de santidad y entrega entre sus fieles.

​Las propuestas para hacer una Iglesia más “progresista”, falsamente inclusiva o más en consonancia con los tiempos actuales, falsean el mensaje evangélico y no atraen a los creyentes. Es algo que ya sabíamos, por eso las iglesias protestantes que han abrazado la antropología de género, la ordenación de mujeres o las liturgias hippies, se están hundiendo.

​Por otro lado, creo que sería bueno saber los números reales de cada seminario en España. Desde hace años me llama positivamente la atención la transparencia del seminario de Madrid en este sentido. Aunque quizá haya otros centros de formación que también lo hagan, no soy experto.

​Por último, mejoraría mucho la transparencia si conociéramos también de qué colegios, parroquias e instituciones proceden los candidatos al seminario. Así todos podríamos aprender e imitar -en la medida de lo posible-, lo que otros hacen mejor.

​Acabo con una idea que me ha gustado mucho. Como ser sacerdote no está de moda, los candidatos que entran al seminario no lo hacen para buscar una salida en la vida (cosa que ocurría en el pasado y pasa en países del tercer mundo), sino con un verdadero deseo de servir.​