Encuentro nacional de jóvenes adoradores

Cambiar el mundo, Catequesis, Santa Misa

La Adoración Nocturna, y en concreto la Adoración Nocturna Española (ANE), es una asociación de católicos, que, como su nombre indica, tiene como fin adorar a Jesús Sacramentado en las horas de la noche y en comunión con la Iglesia. Su implantación es mundial, nacional y diocesana.Actualmente existen más de cuatro millones de adoradores en todo el mundo.

Fue fundada en 1848 en París por Herman Cohen y establecida en España, con aprobación pontificia del año 1877, por el siervo de Dios D. Luis de Trelles y Noguerol.

Adoramos al Santísimo Sacramento en el silencio de la noche, con lecturas y salmos propios para el momento, celebrando la Eucaristía y pidiendo por todo el mundo, con momentos de reflexión y oración personal. Los adoradores nos comprometemos a velar al Santísimo al menos una noche al mes y los días de Jueves Santo, Corpus Christi y en la conmemoración de los Fieles Difuntos. .

La Adoración Nocturna Española tiene por fin esencial vivir la Eucaristía, adorando y velando comunitariamente ante Jesús Sacramentado durante la noche, unida a toda la Iglesia; de acuerdo con su vocación contemplativa y expiatoria, promoviendo el culto al Santísimo Sacramento y cualquier modo o manera de vivir la Eucaristía, fomentando su compromiso apostólico activo y con revisión constante de la vida cristiana.

Dentro de la Adoración nocturna hay un buen número de jóvenes, que cada año tenemos un Encuentro Nacional. Y cada año se celebra en un lugar distinto. Este año corresponde en el Valle de los Caídos, cuyo lema será “ La Cruz Puerta de la Redención” , comenzando el viernes 15 de julio a la 18:00 y termina el domingo 17 de julio después de comer.

Durante ese fin de semana disfrutaremos de Adoraciones, Santa Misa diaria, Vía Crucis por la montaña- Ruta senderista en plena naturaleza, catequesis con el Prior del Valle de los Caídos – D. Santiago Cantera – también nos darán charlas el Sacerdote D. Alfonso Puche, cuyo tema será la Cruz, intervendrá Belén Calero, Hermana de la Sierva de Dios Elena Calero Baamonde, y el Testimonio del Excmo. Y Rvdmo. Sr. D. Juan Antonio Martínez Camino, sobre el Hermano San Rafael, Arnaiz.

La eucarístia debe ser el centro de la vida de un cristiano. “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él” dice el Señor. Es el Pan bajado del Cielo. Hay miles de milagros eucarísticos en donde “la forma” después de la consagración, ha sangrado, o se ha convertido en carne, ahí está la presencia real de Jesucristo en la eucaristía.” Si cayéramos en la cuenta, de su presencia real en ese sacramento admirable, estaríamos en continua adoración”. «Ese pan está vivo”.

El Señor dijo: Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo y que mejor manera de estar con él, que hacer un rato de adoración al Santísimo Sacramento. Muchas veces se encuentra sólo en el Sagrario, está esperándonos para que le hagamos un rato de compañía, para que conversemos con él, como decía Santa Teresa de Jesús- “tratar la amistad con quien sabemos nos ama», y como reza la canción (Qué bueno es estar en Silencio, sintiendo tu presencia y nada más, saber que yo te miro y tú me miras, saber que tu me entiendes sin hablar…)

La Actitud primordial del hombre, ante la presencia de Dios, es Adorarle. La adoración aporta ante todo llegar a la intimidad con el Señor y ahondar tal intimidad. La adoración permite vivir más intensamente, con mayor participación, las celebraciones eucarísticas. Quien adora encuentra paz, una paz desconocida para el mundo. Son muchísimos los testimonios en ese sentido. Personas que nunca pisaron una iglesia y que de pronto por alguna circunstancia o porque el Señor las atrajo entraron a la capilla de adoración y encontraron la paz para ellos desconocida, la que sólo puede dar el Señor.

Ya Juan Pablo II decía: “El culto a la Eucaristía fuera de la Misa es de inestimable valor en la vida de la Iglesia…Es bello quedarse con Él e inclinados sobre su pecho, como el discípulo predilecto, ser tocados por el amor infinito de su corazón… Hay una necesidad renovada de permanecer largo tiempo, en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento”. Y agregaba: “¡Cuántas veces, mis queridos hermanos y hermanas, he hecho esta experiencia y de ella he sacado fuerzas, consuelo, sostén!” (EE n.25).

Hoy, más que nunca, debemos recuperar todo el respeto y el amor hacia la Eucaristía y para ello empezar con tomar conciencia del infinito bien que se nos ha dado.

Los frutos de la Adoración son incontables: de conversión, de salvación, de sanación de viejas heridas, de perdón, de reconciliación, nacimiento de vocaciones a la vida religiosa o al matrimonio. Si quieres encontrar el mejor amigo que puede existir, «adórale”, Él esta siempre esperándote en el Santísimo Sacramento para escucharte, para ayudarte, para…

Hay muchos “adoradores nocturnos Santos”, disfrutando de la corona de la gloria. La Santidad es lo que todo buen cristiano debe aspirar: entre ellos se encuentran; San Rafael Arnáiz Barón, San Manuel González García, San Luis Martín y Santa Celia Guerin ( Padres de Santa Teresita de Lisieux); como beatos: El Padre Arnaiz, Beato Carlo Acutis; como venerables: D. Doroteo Hernández Vera, D. Pedro Herrero Rubio, D. Luis de Trelles ( fundador de ANE), D. Alberto Capellán Zuazo; como Siervos de Dios; D. Víctor Rodríguez. Esto es un pequeño ejemplo, hay muchísimos más en proceso de canonización. Nuestro Santo Padre Francisco en su juventud pertenecía a la Adoración Nocturna.

Joven” , te ánimo a que pruebes unirte a la Adoración Nocturna Española. No te dejará indiferente. Las adoraciones te van a cambiar la vida. Vas a salir renovado de cada adoración. Él va ser tu mejor amigo, ese que no defrauda. Ven a experimentar la mejor de las experiencias. Él será tu descanso. Será tu mejor regalo. Todo perece menos el Señor.

Adorado sea el Santísimo Sacramento del Altar! Ave María Purísima!

 María José Vicent Lengua.