Pam y Gary Willis estaban a punto de iniciar una nueva vida, ya que el más joven de sus cinco hijos estaba a punto de independizarse, pero ante la inesperada noticia de la situación en la que se encontraban unos niños su vida dio un gran giro.
Aleteia, que se ha hecho eco de esta noticia narra cómo supieron que siete hermanos, entre 1 y 12 años, estaban en un centro de acogida esperando a ser adoptados. Los dos reaccionaron de la misma manera: “No puedo explicarlo… Simplemente supe que yo debía ser su madre”, declaró Pam.
Los niños habían tenido una infancia difícil y les costó creer que este sería su hogar para siempre y que Pam y Gary no pensaban abandonarles. Sin embargo Pam y Gary tenían claro que era la voluntad de Dios ocuparse de ellos.
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