Soledad Seoane nació en el frío pueblo de Escairón, una pequeña localidad situada al sur de la provincia de Lugo, Galicia (España)
Fue una mujer luchadora desde niña y lo cuentan uno de sus mejores aliados: sus hechos
Nació en este pequeño pueblo de no más de mil habitantes, rodeada del cariño de su familia, familia de médicos (su abuelo) y personas queridas en su localidad.
Al poco tiempo de nacer fue diagnosticada con una enfermedad grave, una cardiopatía congénita.
Sus padres no la quisieron rendir a ningún tipo de operación que no garantizaba el sobrevivir de la niña.
A los pocos días, la pequeña seguía viva, meses, años… y así hasta que a los 10 años de Sole, sus padres decidieron mudarse a la localidad de Monforte de Lemos, donde más tarde residiría.
Con cuidados y salud vigilante, Soledad seguía, y ningún pronóstico había acabado con su fuerza.
Sole estudió en Santiago de Compostela, donde allí conocería al futuro padre de su hija: Alba.
Sole y el padre de su pequeña niña decidieron mudarse a Málaga y allí montar una tienda de Sargadelos muy conocida, de raíces gallegas, y una joyería.
Sería ahí, en Málaga, donde Sole se quedó embarazada de la pequeña Alba.
Los pronósticos que le daban los médicos no eran buenos, y su entorno no le aconsejaba someterse a un parto que ponía en riesgo su propia vida y la de su hija.
Pero Sole no quiso correr el riesgo de desobedecer a su conciencia: «Yo no podría seguir viviendo con eso“ dijo.
Con 26 añitos embarazada y presionada por su entorno preocupado por su salud delicada, Sole tomó la decisión de su vida: seguir con la niña.
Cuando llegó el momento y con todo en su contra ingresó en el hospital sin saber qué pasaría, con un no fuera y un no sé dentro sin cobardía.
Y nació su pequeña hija: Alba.
Nadie de sus queridos más cercanos confiaba en el «Sí» de Sole, y nadie la apoyaba, y sorprendió para todos.
Sole sobrevivió al parto y nació una niña bellísima.
Para incredulidad de todos su corazón no empeoró, sino que mejoró.
Pasaron los meses y siguió adelante, de Málaga se volvieron a Galicia y se puso a trabajar como Procuradora en los Juzgados de Monforte de Lemos.
Continuó y seguía,
No fue ningún problema de corazón, ningún sí a seguir con la vida, ningún hoy no me levanto y lucho. Fueron años de mucha lucha, el 3 de Noviembre un cáncer terrible acabaría con la luz de Sole.
Continuó y lo logró, dejar el legado más grande de una mujer: su Hija.
Gracias Sole,
Rogamos, ruega por todos nosotros junto al Sí de María,
Fdo: Una niña que te admira.
– Imágenes. Blanco y negro: Sole de pequeña
– El resto de imágenes: Sole con su hija

