
Por iniciativa del vecindario se solicitó al Ayuntamiento de Madrid una Virgen en un paraje de pinares centenarios llamado los Cenagales, dentro del Parque Forestal de Valdebebas- Felipe VI. El Ayuntamiento accedió y contrató el escultor Jesús Arévalo (www.jesusarevalo.com) para realizar una talla de madera en un tocón de un pino centenario que había sido talado meses antes porque estaba en peligro de derrumbarse.
El escultor, tras tres meses de trabajo en el tocón enraizado en el suelo, llevó a cabo la magistral obra de la Virgen del Abrazo, inspirado por el Espíritu Santo, para llevar la presencia de la Virgen a todos los ciudadanos que visiten el parque.
Un vez finalizada la escultura en julio de 2018, algunas asociaciones de ideologías contrarias a la Iglesia y a la Fe católica se opusieron e iniciaron una batalla legal y fáctica a través de la prensa de reclamaciones al Ayuntamiento de Madrid para que la Virgen fuese talada y retirada del parque. Sin embargo, el número de vecinos a favor de la Virgen fue creciendo de manera apabullante llegándose a obtener a través de una plataforma en tan solo tres días, casi 25.000 firmas a favor de que la Virgen permaneciese donde se había tallado. Se consiguió apoyo de la alcaldesa, entonces Manuela Carmena, y finalmente el Pleno del Ayuntamiento de Madrid en enero de 2019 pese a la persistente oposición de los representantes de los partidos políticos contrarios, aprobó por mayoría la permanencia de la Virgen del Abrazo en el Parque de Valdebebas.
El escultor se encontró en el tocón, al tallarla, balas de la guerra civil (en 1936), en sentidos enfrentados, y desde ese renuevo que brota del tronco de Jesé, emerge la Virgen del Abrazo irradiando perdón, reconciliación y concordia.