Bertín Osborne y el Papa

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Las pasadas Navidades, el programa Mi casa es la tuya dirigido y presentado por Bertín Osborne, siendo el invitado el padre Ángel, el presentador hizo unas declaraciones que os ofrecemos a través de Alfa y Omega:

Durante la emisión, fue significativa una de las declaraciones del presentador, que recibió en 2015 el premio ¡Bravo! de Televisión, concedido por la Conferencia Episcopal Española, por ser «un excelente maestro en el arte del encuentro entre las personas» y por su «tono amable y cercano que huye de la crítica, la discusión y el mal gusto».

Osborne y el padre Ángel estaban hablando del Santo Padre cuando el director del programa hizo una revelación, según dijo, «que no he contado» nunca a nadie. «Yo no le tenía demasiado cariño [al Papa Francisco] por su actuación en Venezuela», confesó Bertín Osborne –que está casado con una venezolana–. «Pero me ha demostrado que es una persona de una [gran] humanidad».

Para ilustrar sus palabras, el presentador contó la historia de su sobrino [Rodrigo], «al que adoro, que tiene 17 años y cáncer», contó Bertín. Casualmente, «su padre es muy amigo de una chica argentina que fue compañera, y es amiga, del Papa Francisco». Tras conocer la historia, esta señora decidió sugerir a Bergoglio que llamara al chico enfermo. «El Papa llamó a mi sobrino, Rodrigo, pero este no contestó al teléfono al ver un número raro que no conocía en la pantalla». Francisco llamó entonces a su amiga argentina para decirle que había intentado ponerse en contacto, pero que nadie contestaba. «Del apuro, mi sobrino le mandó una carta preciosa al Pontífice. El Papa volvió a llamar a Rodrigo al día siguiente», aseguró Osborne.

En el programa especial de Navidad de Mi casa es la tuya también intervino el padre de Rodrigo, Pepín Osborne, que aseguró que la conversación que su hijo tuvo con el Santo Padre «nos dio una inyección de fe y de fuerza. Que el Papa piense en un chaval de Sevilla que no conoce de nada, al que no tiene por qué llamar», fue «conmovedor y muy emocionante».

El artículo completo puedes leerlo aquí: Alfa y Omega