Diego e Isaac. Un paso decisivo, sin vuelta de hoja.

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La diócesis de Burgos celebra hoy el Día del Seminario con un evento muy especial en el que, precisamente, cosechará los frutos del trabajo formativo en el centro emplazado en el paseo del Empecinado. Y es que precisamente en esta jornada conmemorativa, que en el conjunto del país se vincula a la festividad de San José, tendrá lugar la solemne misa en la que los jóvenes burgaleses Diego Luis e Isaac Hernando serán ordenados diáconos.

«Se trata del primer grado del sacramento del orden sacerdotal, con el que estos dos seminaristas prometerán ya obediencia al obispo y se comprometerán a vivir en celibato durante toda su vida», explica el comunicado remitido por la institución.

Tras dar este primer paso en firme hacia el sacerdocio, de la mano del arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, Diego e Isaac «podrán leer el evangelio en las celebraciones litúrgicas, bautizar, presidir matrimonios y exequias, exponer el Santísimo Sacramento y distribuir la comunión». «Además, seguirán llevando a cabo las tareas actualmente encomendadas: impartir clases de Religión y atender la pastoral en la zona de Salas de los Infantes en el caso de Hernando y terminar la licenciatura en Teología y colaborar en la parroquia de la Inmaculada en el caso de Luis», añade la citada nota. La fiesta tendrá lugar precisamente en este templo de la calle Pedro Poveda Castroverde, a partir de las 11 horas.

En una reciente entrevista publicada en la web diocesana www.archiburgos.es los ‘inminentes’ diáconos -Diego Luis, de 29 años, e Isaac Hernando, de 26, reconocían que tienen mucho en común: son burgaleses, se prepararon para ser maestros de Educación Primaria y, tras participar en la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 en Madrid, decidían entrar en el seminario, donde han recibido la formación para dar un paso que califican de «decisivo, sin vuelta de hoja», explican.

En la mencionada entrevista, Hernando precisa que el diaconado «es la antesala del presbiterado». Un compromiso con el que «acogemos el don del celibato para servir a todos, teniendo el corazón indiviso, puesto solo en Dios y los demás, a quienes hemos que servir», añade. «También prometemos obediencia», señala Diego, indicando que «nos ponemos en manos de la Iglesia para servir donde ella quiera». A pesar de que se trata de un paso «irreversible, para toda la vida», ninguno de los dos vive el compromiso con miedo, sino que aseguran que es una decisión que toman con «paz» e «integridad», apostilla el reportaje de archiburgos.es.

Los jóvenes que centrarán la jornada forman parte de los 44 que se preparan en la actualidad en los dos seminarios de Burgos. En el Mayor de San José conviven ocho burgaleses, dos riojanos, uno de Soria y otros dos procedentes de Burundi (África). En el Redemptoris Mater Santa María la Mayor estudian once seminaristas, a los que, según el comunicado remitido por la diócesis, habría que sumar otros cinco que están trabajando ya en la misión. En el Seminario Menor de San José estudian quince jóvenes: once son burgaleses y cuatro riojanos.

Hace apenas cuatro meses, con motivo de la Fiesta del Reservado, el rector del centro del paseo del Empecinado, Javier Valdivieso, reconocía que aunque el dato es pequeño es estable pues el número de ‘residentes’ en el seminario de San José ha permanecido casi inalterable en los últimos años.

Articulo original en El Correo de Burgos