«No permitas que me aparte de ti»

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Mons. Santos Montoya: En la primera comunión alguien dijo que había que pedir tres cosas: Una de las que pedí fue que no me aparte de tí
La vivencia de la fe de Mons. Santos Montoya acercada en el programa @muchagentebuena de radio María I parte
El sábado 17 de febrero Mons. Santos Montoya fue ordenado por D. Carlos Osoro como Obispo auxiliar de Madrid.
¿Cómo era de pequeño?
Muy pequeño… Yo creo que un chico normal  vivíamos en la Solana provincia de Ciudad Real me vine con 10 años a Madrid por razones de traslado de mi padre, temas laborales y, si pequeños son hasta los 10 años, pues un chaval que se lo pasa bien con sus amigos que trastea con sus aventurillas, disfrutando de un ambiente muy tranquilo lo recuerdo con mucha alegría.
Alguien que va descubriendo su vocación hacia las ciencias por lo que contaban en la biografía
Eso será después, bueno todo niño tiene como tres cuatro cosas que le gustan. Yo he pasado por bombero, torero, médico,  y esto de sacerdote en el principio no estaba en el programa. Fue después ya más tarde cuando vino esta inquietud. Yo tenía un tirón por la medicina, por la salud y dentro de lo que fue las químicas, fue más en esta orientación la bioquímica, biología molecular que está ahora tan en boca, toda la genética… Lo de las ciencias comenzó más tarde con el tema del COU.
Mucha gente que vive en la ciencia, como usted ha vivido en estos primeros años, parece que tiene muchos reparos para creer en Dios  ¿Cómo lo podríamos enfocar?
Decía un científico que un poco de ciencia puede alejar de Dios pero mucha ciencia acerca a Dios y el verdadero científico, la verdadera persona de ciencia, se da cuenta que tiene que tiene que ser muy honesto con respecto a la verdad y ahí en la verdad es donde nos vamos a encontrar. La persona de fe busca una verdad de su conciencia, de una realidad objetiva que ha ocurrido y al mismo tiempo el científico va buscando la certeza, la evidencia de los conocimientos y ahí es en el terreno donde nos vamos a encontrar. La fe y la ciencia van de la mano, están llamadas a encontrarse.
Nos gustaría que nos hablara de cómo fue su encuentro con el Señor, cómo le sedujo y usted se dejó seducir.
Pues los encuentros no siempre son los que uno tiene de forma consciente pero previamente se van insinuando con tranquilidad, los contextos van conformando también en una forma de ser, en una forma de entender, la misma realidad de la familia, el ambiente que uno va viviendo, experiencias muy concretas, la primera comunión por ejemplo cuando entre los chicos amigos que estábamos todos en el pueblo alguien dijo que había que pedir tres cosas y de estas tres cosas yo no me acuerdo de dos de las que dije pero sí me acuerdo de una que fue no permitas que me aparte de ti. Curiosamente años después la oración que recibí del sacerdote antes de la eucaristía es precisamente concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti. Yo la primera vez que escuché esto, ya como sacerdote ensayando cómo celebrar la misa, me impactó muchísimo cómo Dios une entonces, no sólo es lo que te dice en algún momento concreto, sino que en la propia historia luego va como sellando determinadas realidades que confirman lo que de algún modo ocurre.
Los encuentros podríamos decir que han sido de dos estilos: uno más espontáneo, inconsciente pero que va dejando su mensaje y otro más consciente que es cuando uno nota efectivamente pues una llamada concreta donde uno puede decir dónde estaba, que ocurría etc. Y después se van dando todos estos hilbanes que va haciendo la providencia.
El clima en el que uno vive para que esto pueda florecer muchas veces no es un clima demasiado favorable en la propia familia ¿No sé si la familia venía acompañando esta posible llamada o se sorprendieron diciendo hijo cómo sales por ahí por esos caminos?
Los entornos pueden ser favorecedores de una respuesta o pueden ser un obstáculo pero es verdad que Dios se salta todo, anima lo que favorece y se salta las dificultades. En mi caso han sido más realidades que han favorecido entornos más favorables.
Afortunadamente en la familia, en la forma de vivir la fe de forma sencilla, y en la familia también más amplia: tíos,abuelos… y la realidad está también desde el pueblo y una realidad más complicada cuando vinimos a Madrid, pero tuvimos la suerte de una zona ahí de Coslada y demás donde también entramos en relación con la Iglesia de algún modo, donde hemos ido de realidad en contacto con la Iglesia, donde hemos estado.
Afortunadamente Dios ha permitido igual que desgraciadamente a veces uno se puede encontrar con algún mal testimonio de Iglesia, pues en mi caso Dios ha permitido que yo tenga muy buenos testimonios de Iglesia, de seglares creyentes, y de sacerdotes que han sido gente muy creyente, muy buenos referentes entonces el concepto del sacerdote vinculado a una entrega plena a un servicio de 24 horas a una disponibilidad eso va calando también.
Fuente: Radio María