El reto de mayo. A Jesús por María

Catequesis

Los meses de mayo los solemos etiquetar con: mes de Primeras Comuniones, estudiar un montón encerrado para los exámenes finales mientras hay buen tiempo, entre otras, pero pocas veces nos damos cuenta de que mayo es Su mes, el mes de Nuestra Madre, por eso Jóvenes Católicos pone estos propósitos de cada día para que caigamos en la cuenta, de que en 31 días se nos pueden pasar esos regalos especiales que hacerle a la Virgen sin haberlos aprovechado. Estas ideas que te presentamos son para que tú mismo te las personalices y vivir a pleno pulmón. ¿Qué retos te planteas tú para seguir a Jesús y ser un buen hijo de María?

Empezamos:

  • El mes de Mayo es un mes dedicado a la Virgen. Y tratar a María es una buena forma de acercarse a su Hijo.

María fue la primera discípula de Jesús, si fue la que lo llevo en su seno, crio y enseñó a Jesús, ¡quién mejor que una madre conoce a su hijo! María estuvo con Jesús hasta el pie de la cruz, y también es la mujer valiente que sale al paso de los novios de las bodas de Caná e intercede para que Jesús haga el milagro diciendo a los criados: “Haced lo que él os diga” Pídele a María que como a los criados de la boda nos fiemos de Jesús y hagamos lo que Él nos diga: Ella es intercesora.

  • Hoy te proponemos que reces un misterio del Rosario, solo son 10 ave marías… ¡que te pueden cambiar el día!

María es una madre cariñosa, tierna que se complace en escuchar y ayudar a sus hijos. Aunque sabe nuestras necesidades, quiere que acudamos a ella con fe, que seamos esforzados y sepamos sufrir pequeñas cosas con y por amor, como el cansancio, una incomodidad por el clima, no darme un gusto, escuchar cuando no me apetece… el rosario es tan sencillo que en cualquier lugar puedes hablarle a Nuestra Madre para que nos eche un cable.

  • Los exámenes se van acercando, tenemos en nuestra mano que no sean una amenaza sino una oportunidad. Ofrece tu estudio por todos los niños que sufren y no pueden acceder a una educación digna.

A menudo nos quejamos del esfuerzo del que hacemos o debemos hacer estudiando, ¿pensamos en las auténticas heroicidades que hacen muchos niños y jóvenes por estudiar y tener un porvenir?

La realidad nos dice de la precariedad que vive la infancia en demasiados lugares del mundo, incluso en zonas concretas de nuestros países. En el credo, confesamos: “creo en la comunión de los santos” Experimentamos esa comunión cuando sin queja me venzo a mí y estoy en lo que debo estar, realizando aquello lo que sé debo o no hacer, por la fe y experiencia personal sabemos del bien que hace incluiso en otro punto del planeta, por ejemplo, el madrugar de una madre por salir temprano a trabajar y llevar un sueldo a casa, o las horas de sed de unos misioneros por estar con esos niños y conseguir acondicionar lugares de condiciones inhumanas. Por eso, con tu estudio esmerado si eres estudiante, estás siendo misionero para mejorar la calidad de vida de la infancia.

¿Ahora tienes más motivos para que el mes de mayo sea una auténtica pasada?

 

Laura Ponce.